Rasgué sin querer mi vestido negro de lino. Lo compré en Viena hace más de diez años. Lloro.
Como si las cosas de Viena fueran insustituibles.
Rasgué sin querer mi vestido negro de lino. Lo compré en Viena hace más de diez años. Lloro.
Como si las cosas de Viena fueran insustituibles.